Rosario de Mora cerró con cero homicidios en el año 2020

POR RICARDO SOSA / 2 de enero del 2021

El municipio de Rosario de Mora se ubica 25.1 kilómetros al sur de la ciudad capital de San Salvador, con 39.2 kilómetros cuadrados, una población estimada en aproximadamente 12,000 habitantes, con una densidad poblacional de de 290 por kilometro cuadrado, a 525 metros sobre el nivel del mar, es un municipio de que pertenece al departamento de San Salvador con calles adoquinadas, de tierra y empedradas, tiene 7 cantones, con 6 ríos que atraviesan el municipio, más cuatro quebradas, dos cerros principales. Dependen del cultivo de granos y la crianza de ganado.

Durante los años 2009 al 2018 fue blanco de ataques, marginación, exclusión, y sobre todo estigma de un municipio violento, donde las pandillas tenían dominio y control. Todas las noticias que se conocían del municipio se relacionaban con violencia, asesinatos, masacres, pandillas, feminicidios, extorsión y otra variedad de delitos. Ser joven en dicho municipio era casi una sentencia de muerte, condenados a estar encerrados, a irse de su ciudad para salvaguardar sus vidas, ingresar a una pandilla o morir por resistirse. Estudiar y tener sueños era prohibido.

Conocí muy de cerca la problemática del municipio, una persona conocida enterró a sus hijos en el mismo año que fueron asesinados por pandillas por no querer incorporarse y ser jóvenes con sueños y proyecto de vida, dejo su casa abandonada y la misma fue convertida en «casa destroyer», perdió la inversión de toda una vida de trabajo; en el año 2015 al estar ubicado en la dicha ciudad pude percibir darme cuenta que no solo era percepción, habían elementos objetivos de inseguridad, que alguien nos observaba en todo tiempo, y que allí mandaban y controlaban las pandillas.

Hace tres semanas regrese al municipio para conocer el lugar, para investigar desde el interior del municipio, ¿Qué está pasando en Rosario de Mora? ¿por qué no hay registro de homicidios? una sensación muy extraña y de mucha duda entró en mi al bajar por Panchimalco, y dejar atrás dicho lugar turístico para llegar hasta Rosario de Mora; por ser fin de semana había mucha actividad de las personas en entretenimiento y ocio, los tradicionales torneos deportivos en canchas de polvo y piedra, comida típica, música de fin de año en muchas casas, algunos vecinos departiendo las «aguas locas» como me definió un lugareño. Y mientras caminaba y platicaba con pobladores, aparece un equipo de agentes de la Policía Nacional Civil caminando despacio, quedándose por minutos en determinados puntos, conversando con lugareños y por ratos se observaban sonrisas entre ciudadanos y policías.

Muchos habitantes manifiestan que «ahora se sienten seguros» que el trabajo de la PNC en realidad esta más cerca de la población, que atiende los llamados de apoyo y no solo relacionados a seguridad, que ya no pasan encerrados en el puesto, que ya no sienten temor, muchos cabecillas de pandillas se fueron del municipio el año anterior cuando entró «con todo» el Plan Control Territorial, destacan la presencia, apoyo y no retiro de la Fuerza Armada.

Los vecinos, residentes habitantes de comunidades, cantones, caseríos se han organizado y están desarrollando «comunidad» han dejado de vivir bajo temor, y ahora han recuperado la esperanza y tienen sueños.

Lo lamentable en la visita es el poco involucramiento o ausencia de programas de la alcaldía de la localidad; el municipio tiene muchas limitaciones y ausencia de servicios básicos.

Rosario de Mora forma parte de los 76 municipios que en el año 2020 no registraron homicidios en El Salvador, y el único municipio del departamento de San Salvador sin violencia homicida.

Es mi deseo que el gobierno de la República pueda considerar a Rosario de Mora como un municipio donde se pueda construir un CUBO como parte de la Fase II del Plan Control Territorial para que niñas, niños, adolescentes y jóvenes puedan encontrar las oportunidades de capacitación y formación en valores y habilidades para la vida.