La operación San Miguel

Editorial El Diario de Hoy 3 de Septiembre del 2019

La semana anterior, la Fiscalía y la Policía desarticularon una estructura criminal en la zona oriental del país dedicada al tráfico ilegal de personas a nivel nacional e internacional, girando treinta y dos órdenes de captura, logrando incautar en dicho operativo 16 vehículos, 15 armas de fuego, $26,474 y 120 lempiras, y bienes por más de un millón de dólares. Además del delito de tráfico ilegal de personas se les acumulará agrupaciones ilícitas, y tenencia ilegal de armas de fuego y se les aplicará la extinción de dominio en sus propiedades.

Es relevante la “Operación San Miguel” porque los denominados “coyotes” en El Salvador han operado por décadas con completa impunidad, descaro, y han sido hasta admirados en las colonias, barrios, cantones, residenciales donde viven, por sus lujos y hasta por sus decorados de mal gusto en sus residencias, adornos en sus vehículos que demuestran su capacidad económica. Además porque “nadie los agarra”, son considerados “intrépidos y audaces”, ya que muchos de ellos tienen fama de ser “tiro seguro” para pasar al otro lado. Ser un traficante ilegal de personas en El Salvador (coyote) les ha proporcionado un estilo de vida envidiado por muchos, ya que su nivel económico les ha permitido colarse a todo nivel y hasta hacer obras benéficas que les permite comprar voluntades o ser patrocinadores o colaboradores de las fiestas del pueblo.

Han estado en alcaldías, equipos de fútbol de las tres ligas profesionales y otras esferas políticas o de poder. Han invertido en medios de comunicación y otros negocios que les han permitido lavar el dinero. Y qué decir cuando visitan un bar, discoteca, restaurante o centro nocturno: derrochan el dinero y se dan el lujo de hasta cerrar el negocio para atención exclusiva.

No solo se han lucrado en El Salvador de la necesidad de las familias de reunificación familiar en los Estados Unidos, sino de los que han sido desplazados forzadamente por violencia y otros por la necesidad de irse para el norte a generar ingresos para sus familias por falta de empleo y oportunidades. Todo esto es parte del crimen organizado transnacional, cuyos tentáculos se mueven a todo nivel. Estos no son “polleros”: obtienen altísimas ganancias.

Y qué decir de la cobardía de dejarlos abandonados en Guatemala o México, o vendidos a otros criminales.
La relevancia de esta operación entre Fiscalía y Policía es, entre otras en mi opinión, que es la primera vez que una unidad operativa y de extinción de dominio actúan de manera simultánea para incautar bienes, el compartimentaje de la información entre Fiscalía y Policía denota que hay personal comprometido e incorruptible en estas unidades. El mensaje que se le envía a otras estructuras delictivas es que hay más investigaciones abiertas en estos ilícitos y que, sin duda, las llevarán a éxito logrando capturas y desmontarlas.

El excelente trabajo interinstitucional entre la Fiscalía y Policía en la actualidad debe continuar en beneficio de la sociedad salvadoreña. Es importante destacar la cooperación técnica, asistencia especializada y recursos a todo nivel que ha proporcionado la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito-(UNODC) para la prevención, combate y erradicación del tráfico ilícito y trata de personas.

El traficar con personas es una forma de trata de personas, ya que obtienen beneficio financiero o de otro tipo, y es un delito transnacional. Excelente trabajo Fiscalía General de la República y Policía Nacional Civil.