El guasón en El Salvador

Ricardo Sosa

DIARIO EL MUNDO EDICIÓN IMPRESA Y DIGITAL 21/10/2019

La semana anterior decidí asistir al cine para ver la película “Guasón” no por ser seguidor  de los denominados comics o historietas, sino porque observé la extra, y sabía que encontraría elementos sobre la conducta y personalidad del protagonista; lo primero que me llamó la atención es observar todas las salas del cine llenas donde se presentaba doblada al español o subtitulada lo que la hace candidata a ser una, o la más taquillera del año en El Salvador; lo segundo es que sin lugar a dudas habían personas menores de 18 años al interior de la sala, lo cual no sorprende por los débiles y aleatorios controles en taquilla en nuestras salas de cine.

Según la sinopsis de la misma Arthur Fleck es un hombre ignorado por la sociedad, y que su pasión es hacer reír a la gente; durante la película se generan una serie de sucesos que hacen que su visión del mundo y de su sociedad se distorsionen considerablemente, convirtiéndose en un verdadero criminal. Sin lugar a dudas, al observar la película es evidente que el protagonista era un enfermo psiquiátrico con varias manifestaciones, con alta posibilidad de trastorno de  personalidad antisocial conocidos como sociópatas, lo cual es aprovechado por los productores de películas que en la última década cargan el contenido de violencia, sexo, anti valores, y tratar de influir en la audiencia sobre personajes que décadas atrás lograron adeptos,  y ahora los posicionan como criminales y héroes, entre otros. La película naturaliza la violencia, existen escenas de violencia extrema, entre las que puedo mencionar y recuerdo: violencia feminicida incluyendo a su mama a quien asesina, violencia homicida contra amigos y compañeros de trabajo, violencia social al tratar de posicionar el mensaje de lucha de clases, violencia contra la supuesta figura de su papá. En otros países de nuestra región pude encontrar que es categoría para mayores de 12 años, lo cual en mi apreciación no es recomendable, y que en nuestro país por los débiles controles se facilita el acceso a salas, de igual manera en la venta de “películas piratas” tiene, y tendrá demanda por meses.

Pero considero existen algunas aplicaciones que podrían ser de beneficio a nuestra sociedad con los liderazgos suficientes, de las cuales me permito referirme a:

• Los problemas de salud mental en El Salvador se encuentran descuidados para nuestra población; es lamentable que se registren al menos 205 suicidios por año entre los años 2010-2017. Nuestro hospital psiquiátrico, el pabellón en el Hospital Rosales, ISSS y Sistema público de salud necesitan atención y refuerzos en todas las áreas. El Estado salvadoreño abandonó el territorio, pero también los presupuestos para salud y en especial salud mental. Los ciudadanos con padecimientos mentales que en nuestro país carecen de asistencia, medicamentos especializados, y círculos de apoyo familiar. La película cumple en exponer esta dolorosa realidad aplicada a la salvadoreña.
• La falta de atención en la primera infancia en nuestro país nos ha proporcionado resultados negativos en la sociedad. La violencia intrafamiliar a nuestra niñez, adolescencia y mujeres deja secuelas y delitos no atendidos. Esas secuelas afectan a los adultos y se convierten en victimarios.
• La desintegración familiar, la ausencia e irresponsabilidad de muchos padres salvadoreños se ve reflejada en la película; una madre que tiene que mantener sola a su hijo, pero que se encuentra con padecimiento mental.

Un dato que me llama la atención es el que proporciona la Organización Mundial para la Salud que en la actualidad más de 500 millones de personas padecen trastorno mental que en la década anterior se consideraban minoría.

La actuación del artista en el personaje del Guasón es brillante, pero el mensaje en positivo para nuestra sociedad es a invertir en la familia, comunidad y escuela, porque hay miles de personas con problemas sociópatas y psicópatas sin atención.

https://elmundo.sv/el-guason-en-el-salvador/