Denunciemos y digamos NO a la extorsión
POR RICARDO SOSA / 8 de junio del 2021
Según la legislación vigente en El Salvador la extorsión se define como: el que realizare acciones tendientes a obligar o inducir a otro, aun de forma implícita, a hacer, tolerar u omitir un acto o negocio de carácter patrimonial, profesional o económico, independientemente del monto, con el propósito de obtener provecho, utilidad, beneficio o ventaja para sí o para un tercero, será sancionado con prisión de diez a quince años. La extorsión se considerará consumada con independencia de si el acto o negocio a que se refiere el inciso precedente se llevó a cabo y responderán como coautores, tanto el que realice la amenaza o exigencia, como aquellos que participen en la recolección de dinero personalmente, a través de sus cuentas o transferencias financieras o reciban bienes producto del delito.
La extorsión en El Salvador se ha considerado uno de los delitos más fáciles de ejecutar, no digo que no es complejo; ser extorsionista en el país ya es un oficio, muchas comunidades, colonias, barrios, cantones, caseríos hasta se dice «es rentero» estas personas pasan en sus lugares de residencia en calzoneta, sandalias, sin aparente trabajo y cuando se aburren se van para los centros comerciales y cervecerías a gastar el dinero producto de la extorsión. Incluso en la micro y pequeña empresa el dinero de la extorsión se recolecta primero que los alquileres y pagos de proveedores.
La Fiscalía General de la República-FGR tiene en sedes judiciales porcentajes superiores al 95% en condenas gracias también al apoyo investigativo especializado de la Policía Nacional Civil-PNC por su división especializada en donde mujeres y hombres cada día se esfuerzan por desarrollar su trabajo técnico pericial especializado, y este trabajo en equipo da fruto en condenas contra personas y estructuras.
Todo inicia con la denuncia en sede fiscal o policial, durante las primeras dos décadas del presente siglo se trabajo en el imaginario colectivo que denunciar ante las autoridades era un alto riesgo, por que tienen contactos en dichas entidades, que se van a enterar y otros comentarios que son falsos, que parte de una cultura de terror y miedo que solo ha favorecido al crimen organizado, pandillas y oportunistas. Lo cierto es que se cuenta con personal especializado y profesional en ambas Instituciones, recibirá apoyo, asesoría, acompañamiento, puede utilizar la protección que el Estado debe facilitar, garantías, hay protocolos, estándares de calidad, se protege y garantiza su identidad, así como hay facilidades para su declaración y representación.
El delito de extorsión es el de mejor rendimiento en sedes judiciales por la FGR en relación a condenas, la semana anterior del total de casos en audiencias de sentencia su efectividad fue del 100% En sedes policiales al cierre del año 2020 la disminución en denuncias a nivel nacional fue de -37% en comparación al año 2019, y en el 2019 hubo también disminución en relación al año 2018. No permitamos más casos nuevos y denunciemos los anteriores.
Amigo y amiga que puede leer esta opinión ya no busque «salidas» y transferir el costo de la extorsión a productos o servicios, o peor que siga perdiendo más dinero y rentabilidad, le sugiero que busque una solución definitiva, denuncie en sede fiscal o policial y sea LIBRE DE LA EXTORSIÓN.
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