CICR: la violencia no cesa con el COVID-19

Ricardo Sosa

DIARIO EL MUNDO / 28 Abril 2020

La semana anterior el Comité Internacional de la Cruz Roja-CICR por medio de su delegación regional para México y América Central presentó su informe humanitario para el 2020 con una brillante rendición de cuentas por videoconferencia para poder intercambiar en el marco de la pandemia del Covid-19.

El CICR destacó y desarrolló una exposición sobre sus avances, logros y resultados con datos y evidencia empírica de sus acciones efectuadas en la región por cada país donde tienen operaciones, puedo destacar que sus principales esfuerzos y preocupaciones con enfoque humanitario están orientadas a violencia, deplazamientos forzados internos, personas desaparecidas, personas privadas de la libertad en centros penales, migración, con el agravante de que dichos problemas pueden agravarse con la pandemia.

Jordi Raich Jefe de la Delegación Regional del CICR para México y América Central dijo que “en medio de la pandemia la labor humanitaria neutral e independiente capaz de contribuir a mitigar el sufrimiento, en especial de los más vulnerables, se hace hoy más indispensable que nunca”.

El informe también brindó una perspectiva que existen consecuencias humanitarias ligadas a la violencia que viven muchas personas en la región que no han cesado, por el contrario recrudecen en el contexto actual. Según Raich, las comunidades afectadas por la violencia y la marginación serán quienes sufran más por los efectos de la pandemia a largo plazo, por lo que se necesitan acciones coordinadas para protegerlos. En el resumen de actividades destaca las necesidades de personas que en situaciones adversas buscan vivir entornos más seguros y dignos, sacar adelante sus familias y en muchos casos, encontrar a sus seres queridos desaparecidos.

La misión del CICR en El Salvador ha desarrollado una labor extraordinaria en el 2019 con una atención de beneficios directos a 22,844 personas. El jefe de Misión en nuestro país Olivier Martín destacó la asistencia y protección a las familias de personas desaparecidas, personas migrantes y desplazadas por la violencia, así como la situación de las personas privadas de la libertad son algunas de las preocupaciones humanitarias centrales.  Considero oportuno destacar dos grandes áreas de trabajo que logró la misión en nuestro país, y ha sido todo el apoyo en el tema de personas desaparecidas y sus familiares, ya que ha brindado asesoria y formación a diferentes niveles, capacitaciones técnicas, facilitando encuentro entre familiares de personas desaparecidas por la violencia permitiendo espacios de diálogo y compromiso con las autoridades, y atención psicosocial. Han impulsado y promueven propuestas en el marco normativo por medio de un estudio de compatibilidad juridico legal con los estándares internacionales sobre personas desaparecidas. Apoyaron al IML de El Salvador por medio de una herramienta informática entregada por el CICR a las autoridades para sistematizar información y realizar búsquedas, además de capacitar a 132 especialistas forenses del IML, y aportes para mejorar y remodelar la morgue del IML en Santa Tecla.

En el tema de acciones en favor de las personas privadas de la libertad, por medio de 18  visitas en físico al interior de diez centros penales, incluyendo uno exclusivo para mujeres, han logrado un diálogo bilateral con las autoridades penitenciarias para propiciar el respeto de estándares internacionales en materia de detención. Han donado materiales para mejorar el acceso al agua potable en los centros, insumos médicos y medicinas. Apoyo a la Escuela Penitenciaria y capacitación al personal para asegurar un mayor respeto de las normas internacionales de los derechos humanos. Muchas gracias al CICR por toda su labor humanitaria en la región, y de manera muy especial a la Misión en El Salvador que trabaja con mucha pasión y excelencia dando esa milla de más para asegurar que las personas con mayores factores de riesgo y vulnerabilidad sean protegidas y asistidas para el respeto a sus derechos fundamentales y dignidad.