Avances y logros en la búsqueda de personas desaparecidas en El Salvador

POR RICARDO SOSA/ DIARIO EL SALVADOR www.diarioelsalvador.com

Hablar de personas desaparecidas en El Salvador se había convertido en números, cifras, datos, mitos y pocas verdades, pero era el espejo de un drama humano en nuestra sociedad. Con la mal denominada tregua, que fue en realidad un pacto, con las pandillas autorizada por el expresidente Mauricio Funes en marzo de 2012, comencé a estudiar e investigar este fenómeno en El Salvador, y en unas cuantas semanas logré darme cuenta de que en El Salvador hemos tenido personas desaparecidas desde el siglo anterior, que existía una falta de registro oficial y un gran subregistro. Pero para efectos de mis investigaciones me concentré en los desaparecidos de la década anterior, cuyas causas eran atribuidas en un primer momento a la violencia; las cifras, muy lamentables: un promedio de 9.2 denuncias diarias de reportes de personas desaparecidas en El Salvador. Dicho promedio diario se mantuvo durante los primeros cinco meses de 2019.

A pesar de haber encontrado datos estadísticos, no eran coincidentes al compararlos con los de las diferentes instituciones, pero pude construir algunos indicadores; algunas curvas mantenían tendencias, pero sin duda hacía falta más información de interés fiscal y policial, por lo que se presumía, y era una de las hipótesis más probables, que todas eran personas asesinadas.

Los cambios trascendentales se producen con la llegada de los actuales titulares y funcionarios del Ministerio de Justicia y Seguridad y de la PNC; se generan los acercamientos entre junio y agosto de 2019, se activan con la FGR, las jefaturas y sus equipos especializados; se conforma una mesa técnica que ahora nos permite comprender mejor este fenómeno, tener una aproximación con evidencia estadística, con indicadores, comparativos y, sobre todo, un criterio técnico criminológico para poder procesar la información en los robustos softwares de primera generación con los que cuentan ambas instituciones, que permiten que los mandos dispongan de una información actualizada y de calidad para la toma de decisiones. El año pasado finalizó con un promedio de 7.1 reportes de desaparecidos diarios.

Al finalizar el noveno mes de 2020, el promedio de denuncias diarias en las sedes de la PNC era de 3.9. En la actual administración la disminución es de 5.3 puntos porcentuales, con un aproximado de -800 denuncias de personas desaparecidas. Ahora contamos con evidencia que indica que, del total de denuncias, un aproximado de 3 % se convierte en homicidios, en el 45 % de los casos el desaparecido es encontrado con vida y en su mayoría no había delito, y el 52 % se encuentra como casos activos, en proceso de ubicación, con alto porcentaje de posibilidad de encontrarlos. Las personas que aparecen son, en su mayoría, ubicadas por la PNC por medio del protocolo de búsqueda urgente, que se activa de inmediato en las primeras horas tras la denuncia. Hay personas con ausencia voluntaria que aparecen. No todos son por violencia.

Mi reconocimiento a las autoridades por haber reaccionado de manera contundente y técnica, sin continuar negando la existencia del fenómeno. El índice de desaparecidos ha disminuido gracias al trabajo conjunto, coordinado, técnico y especializado. Hay mucho trabajo por hacer, continúan algunas denuncias activas, pero hay avances significativos e innegables. Finalmente, puedo concluir que no todas las denuncias diarias de personas desaparecidas son sinónimos de homicidios.